La recuperación de YPF cumplió 10 años

Un 16 de abril de 2012, CFK anunciaba la expropiación del 51% de YPF que estaba en poder de la española Repsol.

Recuperar la soberanía petrolera, frenar la caída de la producción, ahorrar los dólares que se necesitaban para importar energía que ponían en jaque el único superávit que quedaba en el periodo Kirchnerista, el comercial, fueron los principales argumentos para retomar el control de la histórica empresa de bandera nacional.

El 3 de Mayo Diputados aprobaba la media sanción que había dado días antes el Senado y se concretaba con fuerza de ley el control por parte del Estado argentino de YPF.

Argentina siempre sufrió la falta de poder llegar a ser autosuficiente, tenemos el petróleo pero por diversas razones no se produce la cantidad necesaria para evitar la importación de un recurso que tenemos en cantidades para las necesidades del desarrollo que tiene un pais de tan solo 45 millones habitantes.

En 1999 Repsol se quedó con el 51% de la compañía. Había sido el único oferente y se basó en un precio fijado por la propia compañía. Desde entonces hasta 2011, la producción de petróleo de YPF se derrumbó un 49% y la producción de gas cayó 43% desde su pico. “Las reservas cayeron, Repsol vendió activos por USD 3.000 millones, redujo la inversión y se endeudó por USD 9.000 millones, cuando el histórico era USD 4.000 millones. Fue un vaciamiento”, detalló el actual gobernador de Bs As , Axel Kicillof, hombre que llevó adelante el proceso de compra la década pasada.

La Argentina no tenía el liderazgo de su política energética. La gran alerta llegó cuando en 2011 por primera vez hubo saldo comercial negativo en combustibles. “La decisión la tomó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo que estaba pasando bajo la gestión de Repsol estaba a la vista y había que revertirlo. Yo tuve una reunión con directivos de Repsol, incluido Antonio Brufau, y me dijeron que era una empresa privada y que lo que necesitara la Argentina no era algo que los ocupara como empresarios. Ahí está la contradicción; se trata de recursos estratégicos y necesarios para el país que pueden ser un buen negocio para un privado pero una hecatombe económica para la Argentina”, agregó Kicillof.

Sobre el precio que se pagó a la compañía española, Kicillof recordó que se basó en la decisión del Tribunal de Tasaciones de la Nación, como lo señalaba la Ley de Expropiaciones. Repsol aceptó USD 5.000 millones en bonos, el famoso BONAR 2024, por la mitad de la empresa. “Yo nunca dije que no íbamos a pagar nada. Se construyó ese mito. Revisé todas las declaraciones y lo que había dicho es que no íbamos a pagar lo que ellos pedían. Brufau dijo que el 51% valía USD 10.000 millones. Se aplicó la ley”, aclaró el ex viceministro

“El petróleo y el gas son bienes estratégicos nacionales. Al haber recuperado YPF para la Argentina y el potencial que tiene Vaca Muerta significa la clave del futuro de los argentinos. Poder invertir en desarrollar la segunda reserva de gas no convencional del mundo y la cuarta de petróleo no convencional”, agregó González, actual CEO de YPF.

DEFICIT COMERCIAL ENERGETICO Se había generado un verdadero desastre macroeconómico. Argentina pasó de tener superávit comercial energético de 6000 millones de dólares en 2006 a tener un déficit de 3000 millones. Nos quedamos sin el combustible y sin los dólares ante la gestión de Repsol, que su estrategia era consumir los recursos de YPF para invertir en yacimientos de otros paises, molestos por el control de precios en materia petrolera.

DESTINOS UNIFICADOS: El futuro de YPF camina de la mano con Argentina, YPF lidera la producción en Vaca Muerta, que es la cuenca que cuenta con las segundas reservas de gas no convencionales del mundo, en un siglo XXI donde LA fuente energética será el gas como 150 años reinaba el petróleo, la naturaleza, la visión de generaciones anteriores que entendieron la necesidad de extender las fronteras de lo que hoy llamamos Argentina y la matriz productiva global nos sonríen, coincidencias que muchos sintetizan como destino.

Argentina e YPF se juegan el desarrollo en Vaca Muerta y las obras necesarias para tener una economía que no deje a nadie afuera. Hoy Vaca Muerta aporta el 60% del petróleo y el 30% de gas que YPF produce, pero no es lo único, la posibilidad de producir en nuestras costas nos demuestran las posibilidades que se nos abren como país, con una industria ya conocida como lo son las plataformas marítimas y que son famosas por la responsabilidad de darle a países amigables con el medio ambiente, Noruega, la riqueza que hoy tienen sus 6 millones de habitantes. Las riquezas petrolíferas en nuestro mar, ya sea frente a costas bonaerenses o las gasíferas frente a Tierra del Fuego nos ponen en desafío de tener visión estratégica sobre que YPF queremos y por ende que Argentina nos queremos dar para nosotros mismos.

Estamos en la frontera para cumplir la meta de olvidarnos de la restricción externa, la falta de dólares, con un salto exportador importante, pero podemos decidir agregar valor y que las riquezas naturales se derramen en mayores sectores de la población y de nuestra geografía, lo que hizo YPF en el siglo pasado con el rol fundamental que tuvo en el crecimiento de la Patagonia hoy lo puede renovar ayudando a federalizar la economía y demografía de un país y allí Bahía Blanca y nuestra región tiene sueños por las cuales luchar y convertirse en un polo de creación de valor agregado.

El 51% de YPF nos permite soñar con volver a dirigir un área determinante para cualquier economía, ningún país a pesar de vivir bajo gobiernos que alineaban y adoptaban el consenso de Washington decidió quedarse sin protagonismo en ejes económicos fundamentales, ni la Chile de los Chicago Boys entregó por completo su soberanía en el cobre, ni la Brasil noventista entregó Petrobras. Debemos encontrar el consenso necesario que blinde a YPF y la alejen de los vaivenes que vive al Argentina tras cada elección ejecutiva en que se decide cambiar de signo político en la Rosada

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