Somos LU3
LU3 AM 1080, el pasado 27 de Junio, cumplió 79 años. La inauguración oficial de la emisora se produjo el 27 de junio de 1942. El acto de apertura se realizó a partir de las 18,30, en los estudios ubicados en Belgrano 29 de la ciudad de Bahía Blanca, con la presencia del entonces intendente municipal, ingeniero Jorge Aguilar. En nombre de la radio habló el director gerente Emilio Argüelles.
En sus comienzos, LU3 era filial de la Red Argentina de Emisoras Splendid, RADES, con cabecera en LR4 Radio Splendid de Bs Aires. La primera transmisión de prueba se había realizado el 5 de junio, pero la inauguración oficial se concretó 22 días después.
En 1958, LU3 dejó de pertenecer a la cadena RADES, para pasar al sector privado, siendo permisionarios de la onda los señores Vicente Levantesi, Herberto Long, Francisco Fernández Presa y Eduardo Canigia.
Los concesionarios compraron el edificio de calle Lamadrid 116, donde vivió el escritor Eduardo Mallea, mudándose a ese inmueble el 9 de agosto de 1959. La vieja casona ha sido declarada Patrimonio Histórico. En todos estos años, “Radio del Sur” se ha destacado por estar a disposición del quehacer bahiense y de la región, siempre con programación propia, sin recurrir a servicios satelitales.
Asimismo ha sido origen de reconocidos profesionales de la radiodifusión, situación que persiste en la actualidad. Periodistas, locutores, operadores y conductores de programas iniciados en LU3, han tenido oportunidad de incursionar en otras emisoras del país.
Periodísticamente LU3 siempre ha mantenido la objetividad y ha defendido la pluralidad, aún en momentos donde emitir opinión no era para nada fácil. Lo significativo de este momento de LU3, es que los trabajadores de la emisora, son los únicos responsables de su desenvolvimiento y desarrollo, en una experiencia cooperativa que ha sido pionera en la materia.
Nuestra tarea de autogestión para preservar la fuente de trabajo se inició en 1994. Hasta 2003 fueron días de mucho esfuerzo, sacrificio e incertidumbre, ya que las autoridades de turno nunca respondieron a nuestros pedidos de audiencia, con la finalidad de dar a conocer una situación que había convertido en desempleados a cuarenta y cinco personas.
Todo cambió a partir del año 2003. El entonces COMFER comenzó a atendernos cada vez que lo solicitamos y sus funcionarios nos orientaron sobre los pasos a seguir. Además la decisión del gobierno nacional de modificar el artículo 45 de la Ley de Radiodifusión de la dictadura cívico militar, con lo cual se dio acceso de la Cooperativas de Trabajo a los medios, nos permitió emprolijar nuestro trabajo de recuperación de la empresa.
A partir de allí, con recursos propios fuimos reequipando paulatinamente la emisora, ya que los empresarios que la abandonaron, además de deudas, nos dejaron equipos obsoletos, que ya habían superado el límite de su vida útil. Con mucho esfuerzo, cumplimentamos esa etapa del proyecto que nos habíamos trazado.
Pero… faltaba lo más importante. Aumentar la potencia y mejorar la calidad de la puesta en el aire de la radio, cuyo alcance regional se había limitado notoriamente. El costo del emprendimiento resultaba muy elevado, pero el respaldo que nos habían anticipado desde el INAES, se concretó.
El objetivo se vio coronado hace doce meses, con la incorporación de un moderno equipo transmisor, que permite un área primaria de cobertura de 500 kilómetros y una secundaria que se ubica entre 700 y 1.000 kilómetros.
Nuestra tarea, como a lo largo de estos 70 años de existencia, se fundamenta en la cercanía con la gente de Bahía Blanca y la región, y sin olvidar un aspecto histórico de la radiofonía, que algunos se proponen soslayar: la radio, por sobre todo, es un servicio.